OPINIÓN // ¿QUIÉN TIENE LA CULPA?

Nuevamente la selección nacional cambió de técnico. A pocas fechas para la definición de las Eliminatorias Qatar 2022, la Albirroja se encuentra fuera de la zona de clasificación. Tras la presión de los hinchas, finalmente Eduardo Berizzo fue desvinculado como director técnico y después de casi una semana de misterio, los hermanos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto tomaron la posta del equipo. Este cambio de dirigentes despertó el entusiasmo de los hinchas, pero así también las dudas acerca de si será posible el milagro de la clasificación o si será otra amarga travesía a la nada misma.

 

Si bien Berizzo es señalado por muchos como el principal responsable de este casi fracaso mundialista, también los altos cargos de la Asociación Paraguaya de Fútbol tienen cierta culpa. La razón es simple: de 2014 a 2021, cinco entrenadores pasaron por la dirección técnica, todos con malos resultados.

Ninguno de los contratados fue capaz de encontrarle la vuelta a una selección que lejos quedó de aquel mundial de Sudáfrica en el que la garra guaraní sí era de temer y no como la de esta selección que juega a nada. Está bien, no podemos comparar a la vieja generación con la actual, pero de igual manera uno esperaría que renombrados dirigentes saquen lo mejor de cada uno.

 

Lastimosamente, nada de esto pasó y ya nos perdimos de dos mundiales (más uno en proceso), tres copas América y varios amistosos. Si desde la APF siguen pensando en nombres antes que en cabezas, vamos a seguir sin ir a mundiales hasta en el año 2100.

Pero también la culpa la tienen los jugadores. Esta nueva generación parece ser que está más concentrada en pasar de nivel en el Free Fire que en dar un juego de nivel y superar a quien se les cruce en frente. Además, pareciera ser que el juego colectivo quedó allá en 2010 y cada uno lucha con un objetivo diferente.

 

No. Las demás selecciones no mejoraron el nivel de juego ni aparecieron revelaciones de gran juego. Simplemente nuestra selección perdió el espíritu competitivo y está muy lejos de lo que alguna vez llegó a ser, y los hinchas mucho no pueden hacer para recuperar esto, ya que de ellos no depende el elegir a un técnico y mucho menos a los jugadores.

La APF y sus dirigentes deben tratar urgentemente de recuperar a esa selección que tantas alegrías llegó a dar a un pueblo tan sufrido como el paraguayo, que hace casi 10 años vivía por última vez la emoción de llegar a un mundial.